"Incluso en medio de dificultades e incertidumbres, toda persona sinceramente abierta a la verdad y al bien puede, por la luz de la razón y la acción oculta de la gracia, llegar a reconocer en la ley natural escrita en el corazón (cf. Rm 2, 14-15) el valor sagrado de la vida humana desde su comienzo hasta su fin, y puede afirmar el derecho de todo ser humano a que se respete en grado sumo este bien primario."
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Evangelium VitaeSan Juan Pablo II