Declaración sobre el caso Wehmeyer

La Archidiócesis de St. Paul y Minneapolis lamenta profundamente el daño que Curtis Wehmeyer causó a sus dos jóvenes víctimas, a sus familias y a otras personas de nuestra comunidad. Actuamos con rapidez cuando se hicieron las acusaciones de abuso sexual de un menor por Wehmeyer en junio de 2012. En retrospectiva y a la luz de lo que ahora sabemos, también reconocemos que nuestra gestión de las preocupaciones pasadas podría haberse abordado mejor.

Durante el último año, un grupo de trabajo formado por líderes laicos y del clero ha estado revisando la política de la archidiócesis en relación con el abuso sexual de menores y adultos vulnerables por parte del clero, así como otras conductas indebidas en el ministerio de la Iglesia. La archidiócesis ha estado tomando estas medidas para garantizar que nuestras políticas sigan basándose en las mejores prácticas, como funciones claramente definidas para los grupos que revisan la mala conducta del clero y estableciendo firmemente que adquirir, poseer o difundir pornografía infantil constituye abuso sexual de un menor.

Nuestra primera prioridad es crear y mantener entornos seguros en los que pueda florecer el Evangelio de Jesucristo. Esto significa garantizar que el clero, los empleados, los voluntarios y los jóvenes sean conscientes de los límites saludables y del problema social del abuso sexual. También significa crear un entorno y aplicar medidas productivas para promover un clero sano.

Si usted o alguien que usted conoce ha sido víctima de abuso sexual en el ministerio de la Iglesia, se le insta a llamar a la policía u otras autoridades civiles. También le invitamos a llamar al Director de Defensa y Asistencia a las Víctimas de la Archidiócesis al 651-291-4497.

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